El nombre de la antioqueña Sara Toro Castrillón comenzó a sonar este fin de semana en Guatemala, a sus 21 años, luego de que en el partido de su debut en territorio 'chapín' convirtiera el gol con el que su equipo, el C.D. Marquense, se quedó con el triunfo (1-0) en el clásico ante el Deportivo Xela.
Sara, nacida en Itagüí, cuenta que juega fútbol desde que aprendió a caminar. Desde entonces ha pasado por clubes como Formas Íntimas, Atlético Nacional y Molino Viejo, además de las Selecciones de Medellín, Itagüí y Antioquia antes de llegar, recomendada por uno de sus técnicos, a la liga de Guatemala.
"Acá la gente es demasiado querida, lo tratan a uno como si fuera de acá y lo reciben como si esta fuera la casa de uno. Eso lo llena a uno de confianza y fortalece para entrar a la cancha y darlo todo", cuenta, al ser preguntada sobre cómo ha sido la experiencia de su reciente arribo al país centroamericano, donde reside en un hotel y ha contado con el apoyo de su club.
Toro Castrillón, centrodelantera diestra que también puede desempeñarse como extremo, se define como una mujer y una jugadora muy perseverante, disciplina y con mucha fe, por eso, dice, dentro y fuera de la cancha entrega su vida a Dios y trabaja por los resultados, pues es consiente de que "el éxito no llega solo".
Con su trabajo, aspira, a corto plazo, a "ganar la Liga con el Marquense y, a mediano plazo, a jugar como profesional en Colombia", país en el que es aficionada a Independiente Medellín y en el que no alcanzó a inscribirse recientemente con algún equipo.
Fuera de las canchas, Sara se dedica a sus estudios de psicología en la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, donde adelanta su vida académica de manera virtual, con el deseo de "poder ayudar a los deportistas" algún día. "No es fácil, pero si uno tiene la responsabilidad y el compromiso puede rendir en ambos aspectos. Se trata de organizar el tiempo y sacrificar muchas cosas", afirma.
Preguntada sobre un mensaje que le gustaría dejar a las mujeres que vienes tras de ella haciéndose un nombre en el fútbol, Sara, que se siente identificada con el juego de Cambindo, delantero del DIM y disfruta de la calidad de Daniela Montoya, las invita a "que nunca renuncien ni duden, que sigan adelante y aprovechen el proceso que ha tenido el fúbol femenino" y a "que se diviertan y no se dejen por comentarios o personas que no quieran verlas triunfar".
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