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"No habrá más fútbol con racismo. Los partidos deben detenerse inmediatamente cuando ocurra. Ya es suficiente", dijo en declaraciones recogidas por Reuters Infantino, quien visitó la concentración de la Selección de Brasil previo al compromiso del próximo sábado contra Guinea en Barcelona.

"Le pedí a Vinicius que lidere este grupo de jugadores que presentará castigos más estrictos contra el racismo, que luego serán implementados por todas las autoridades futbolísticas del mundo. Tenemos que escuchar a los jugadores y lo que necesitan para trabajar en un entorno más seguro. Nos lo tomamos muy en serio", añadió el máximo dirigente de la Fifa.

De acuerdo con Infantino, se aplicarán "castigos muy contundentes para acabar de una vez por todas con el problema del racismo en el fútbol" dificultad que, continuó el presidente de la Fifa, no se puede tolerar más, entre otras cosas, porque "el racismo no es un problema que exista solo en España", país que precisamente Vinicius estaría pensando en dejar tras los mencionados ataques racistas en Mestalla, aconsejado incluso por su entorno.