Para él, llegar a la Marte 1 fue de todo, menos fácil. Y no solo por las dificultades económicas por las cuales sus padres a veces acuden a otros familiares para apoyarlo, sino también por el gran sacrificio que el propio Brandon debe hacer viajando varias horas todos los días para ir a entrenar.
"Lo más difícil es la gastadera de plata, uno gasta mucha plata. Mis papás me han ayudado mucho, me mandan bendiciones para que me vaya bien y cuando no tienen plata pedimos a mis tíos y tías, el profe que me sacó (también) siempre me ayuda para ir a entrenar", contó a Somos Futboleros.
"Salgo de estudiar a las 12, a lo que salgo almuerzo y voy a coger el bus. Me demoro más o menos una hora hasta la sede de nosotros, entrenamos a las 5, después cogemos un bus en la terminal para Florida y me demoro más de una hora y media llegar a mi casa, llegó tarde por la noche y mis papás preocupados", agregó Brandon, quien luce el dorsal '8' en su espalda, mientras trabaja, dentro y fuera de la cancha para "tratar de sacar a (su) familia adelante".
Con su sueño de jugar en Barcelona y todos los sacrificios, económicos y de tiempo que este pequeño debe hacer para entrenar, Brandon invita a quienes como él tienen sueños con el fútbol a que "no se rindan y los cumplan", como él ya comenzó a hacerlo "acá jugando un torneo (el Baby Fútbol) tan bonito y tan importante".
Comentarios
Publicar un comentario