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Por Sebastián Torres Mejía.

El Deportivo Independiente Medellín reafirmó su solidez en casa al asegurar una victoria 1-0 contra el Deportivo Cali en la cuarta jornada de la Liga Betplay. Aunque por el trámite del partido el conjunto rojo sumó 3 puntos importantes, el rendimiento en el terreno de juego dista considerablemente del nivel exhibido durante el torneo finalización del 2023, que culminó con el equipo como subcampeón.

Al término del partido, el técnico Alfredo Arias declaró: “Tengo muchísima fe de que vamos a encontrar efectividad, vamos a recuperar nuestro juego y volveremos a competir como lo hicimos el semestre pasado”. Estas palabras reflejan autocrítica y reconocimiento de lo poco exhibido en estos primeros cuatro partidos. Ahora, la pregunta es: ¿A qué se debe este inicio de temporada tan irregular en el juego para el DIM?

Bajas significativas y nuevos fichajes aún en proceso de adaptación

Entre transferencias, préstamos y jugadores que concluyeron o rescindieron sus contratos con la institución, el Medellín ha prescindido de 13 integrantes para este nuevo año. Destacan las salidas de Marmolejo, Varela, Torres y Cetré, titulares y piezas fundamentales en cada una de las zonas del campo en el equipo dirigido por Arias el año pasado.

De los jugadores incorporados como reemplazos, hasta el momento solo Eder Chaux ha tenido destacadas actuaciones, mostrando seguridad en la portería. Aunque Aja, Pablo Lima, Baldomero Perlaza, Jhon Vásquez y Jaime Peralta han acumulado algunos minutos en el campo, aún se percibe que necesitan más tiempo para adaptarse completamente al plantel. Con el transcurrir de los entrenamientos y partidos se podrá observar si alcanzan su mejor nivel y de esta forma compensan las ausencias mencionadas y contribuyen al rendimiento colectivo.

Además, aún falta que complementen el equipo Jimer Fory, quien recién se unió a entrenamientos luego de su convocatoria a la Selección Colombia sub-23, y Ménder García, última incorporación que se encuentra en proceso de readaptación física. Estos jugadores no han estado disponibles para el cuerpo técnico y su presencia se hace necesaria para fortalecer las zonas del juego que se han mostrado débiles en este inicio de campeonato.

Ausencia de liderazgos

Si bien la salida de jugadores como Ricaurte, Ibargüen y Pardo podrían no sentirse deportivamente, dado su poco tiempo de juego en el semestre pasado, su ausencia adquiere un impacto significativo en aspectos internos. Estos jugadores desempeñaban un papel valioso en términos de liderazgo; su calidad y experiencia ejercían una influencia en la orientación a sus compañeros, la armonía y motivación del grupo, entre otros aspectos dentro del vestuario que quizás sean más evidentes en la interna del equipo.

Ante estas ausencias, en el equipo deben emerger nuevos liderazgos, los cuales, con el tiempo y conocimiento entre jugadores, se irán estableciendo de manera natural, asumidos por aquellos con más trayectoria y vocación para desempeñar este papel.

Errores individuales

Casi dos meses han transcurrido desde el partido que definió el título del semestre anterior, y el equipo aún parece estar afectado por esa derrota. Han surgido falencias poco comunes en el cuadro ‘poderoso’, como errores de marcaje, falta de sincronización y posicionamiento defensivo, falta de concentración y una notable cantidad de pases cortos fallados en diversas zonas del campo. Además, se han reiterado centros sin destino y una ineficacia en los remates, entre otras equivocaciones que se han vuelto recurrentes en estas primeras jornadas, especialmente en los partidos de visitante, donde el Medellín ha sufrido derrotas por goleada.

Aspectos positivos y próximos desafíos del DIM

No todo ha sido negativo en el equipo dirigido por Alfredo Arias, ya que, por momentos, se percibe la intención general y las ideas de juego que hicieron al Medellín competitivo en el último semestre. Elementos clave como la presión alta, la posesión de balón, la generación de opciones de gol, las transiciones rápidas de defensa a ataque y la preparación de jugadas ofensivas a balón parado continúan presentes. Sin embargo, es urgente abordar y trabajar en los errores identificados para que el DIM recupere su confiabilidad y atractivo en el juego.

La próxima prueba para el DIM será contra Santa Fe el próximo sábado a las 8:20 p. m., por la quinta fecha de la Liga Betplay. Este partido representa un nuevo desafío para el conjunto paisa, que busca extender su racha de 16 partidos sin perder en el estadio Atanasio Girardot, pero, más importante aún, busca recuperar la esencia y regularidad que han caracterizado al DIM bajo la dirección del técnico uruguayo.