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Foto: Getty Images.

Desde el pitazo inicial del partido, Inglaterra se impuso en posesión del balón y, con ello, el partido se jugaba únicamente en territorio de una Selección de Serbia que, bien parada en su bloque defensivo, solo se preocupaba por cerrar espacios y, para soñar con atacar, apostaba a pelotazos de su arquero.

Sin embargo, solo 12' minutos duró la resistencia del equipo serbio. El gol, producto de un cabezazo de Bellingham, llegó luego de una jugada colectiva de los ingleses por el sector derecho que terminó por penetrar el muro que el rival había implantado desde el inicio.

El gol, como se esperaba, obligó a los serbios a adelantar un poco más la línea y presionar ahora la salida de los ingleses sobre la mitad de la cancha. Así, las primera aproximación de Serbia llegó a los 20', cuando en una entrega errática en salida de Inglaterra, el balón cayó en un rival que sacó un remate desviado.

De ahí hasta el final del primer tiempo, la posesión del balón estuvo más dividida. Por Inglaterra, Bellingham llevaba los hilos de las acciones ofensivas, que eran más claras por el sector derecho, mientras que Serbia, pese a la necesidad, no encontraba cómo llevar riesgo con claridad al arco defendido por Pickford.

En el inicio del periodo complementario, Serbia lució más confiado y con una actitud distinta, al igual que Inglaterra, que ahora difícilmente conectaba una acción después de la mediacancha, lo que generó varios gestos de reclamo de Bellingham.

Pasada la hora de juego (60'), Inglaterra cedió la iniciativa del juego al rival y, con el pasar de los minutos, Serbia parecía irse animando para ir a buscar el empate, especialmente con reiterado centros desde ambos costados que no encontraban finalizador en el área inglesa.

Con esa tónica, sin embargo, la primera aproximación de gol clara en el segundo tiempo fue también para Inglaterra que, a los 76', estuvo cerca de ampliar la diferencia con un nuevo remate de cabeza, esta vez de Kane, que se estrelló en uno de los postes, después de que el golero serbio la desviara.

En los minutos finales la posesión fue igualmente dividida. Inglaterra no hacía mucho por ir al frente, menos aún tras la salida del campo de Bellingham, mientras que Serbia intentó, sin éxito, la épica por todos los medios, como jugada colectiva y remates de media distancia.

Con la victoria, la Inglaterra de Gareth Southgate picó en punta en el grupo C, donde Dinamarca -próximo rival de 'Los tres leones'- y Eslovenia no se sacaron diferencias en un partido que estuvo marcado por el gol de Erikssen en su regreso a la Eurocopa tras el paro cardíaco.