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Foto: Getty Images.

Fue hasta después de pasada la primera media hora de juego que Italia, con un poco más de control del balón, empezó a hacerle más contrapeso a España. Sin embargo, el principal argumento de la 'azurri' para atacar era el pelotazo largo, que no encontraba conexión clara en el último cuarto de cancha.

En el inicio del periodo complementario no cambió mucho la tónica y España seguía dominando. Con las cosas así, la primera opción del segundo tiempo llegó a los 51' con una pelota que Cucurella metió atrás, pero que no consiguieron concretar.

Tanta presión, especialmente por los bordes, tendría sus frutos finalmente sobre el 55'. Un desborde de Williams por la izquierda derivó en un centro que, desviado por el arquero, terminó por pegarle a Calafiori que envió el balón al fondo de su propia portería para hacer justicia en el marcador. Un par de minutos después, a los 57', Donnaruma ahogó el grito de gol de Morata.

De ahí, aunque Italia por momentos intentaba sacudirse del dominio ibérico, cuando se animaba aunque fuera un poco, España encontraba espacios para hacer daño y, en uno de esos espacios, al 70', estuvo cerca de ampliar la diferencia, pero el remate de Williams se estrelló en una de las intersecciones del arco.

Sobre el final del partido, ayudado por la reducción de España en su ritmo y algunas variantes por parte del técnico De La Fuente, Italia se mostró un poco más en cuanto a intensiones ofensivas, pero sin llevar mayor riesgo al arco defendido por Unai Simón, que no tuvo mucho trabajo a lo largo del juego.

Con la victoria, España, que cerrará la fase de grupos enfrentado el próximo lunes 24 de junio a Albania, se clasificó a los octavos de final de la Eurocopa, sumándose a la ya clasificada Alemania, y complicó el camino de Italia, que tendrá como su próximo rival a Croacia.