Foto: Getty Images. |
Las emociones en el juego no demoraron en llegar. Solo 23 segundos después del pitazo inicial, aprovechando una confusión en un saque de banda hacia atrás por parte de Italia, dio una sorpresa al ponerse en ventaja, además, con el gol más rápido en toda la historia del torneo, obra de Bajrami, jugador del Sassuolo.
Pese a ese sorpresivo inicio, cinco minutos le bastaron a la 'azurri' para componer el camino dentro del juego. Primero, a los 11', Italia igualó la pizarra gracias a un cabezazo de Bastoni, tras un centro luego de un tiro de esquina cobrado en corto desde el sector izquierdo.
Luego, fue el turno para Nicoló Barella. Él, se encargó de completar la remontada del vigente campeón al cazar un rebote que cayó fuera del área y que el '18' definió con un remate de primera intensión que, por lo visto, no esperaba el golero albanés.
Después de esos dos goles en menos de diez minutos, el partido, como estaba presupuestado desde el comienzo del mismo, fue más un monólogo por parte de Italia que, incluso, estuvo cerca de ampliar la diferencia a los 33' con un remate en el palo del arco de una Selección de Albania que intentaba, por momentos, sin éxito, arrimarse al arco italiano.
El inicio del periodo complementario en Dortmund fue más pasivo. Tanto que, con ese ritmo de juego, la primera llegada luego del descanso se dio recién sobre los 60' con un remate de media distancia de Federico Chiesa.
De ahí hasta el final del juego, con Italia con más posesión del balón y algunos espacios para Albania, pero ambos sin profundidad, las ocasiones fueron prácticamente escazas, tanto para la 'azurri' como para los albaneses que se veían más preocupados por defender, mientras aguardaban por alguna ocasión, que llegó a los 89' precisamente con una contra que salvó bien Donnaruma y terminó por no encontrar un rematador final dentro del área.
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