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Foto: Alex Grimm/Getty Images. |
El primer tiempo fue discreto, con ambas selecciones jugando a ritmo bajo y evitando riesgos físicos. Alemania dominó, pero su falta de eficacia frente al arco le pasó factura. Francia apenas propuso en ataque, pero aprovechó su pegada para abrir el marcador antes del descanso.
Mike Maignan fue clave para mantener con vida a Francia. El arquero del Milan respondió con solvencia ante las llegadas alemanas, recuperando la confianza tras su actuación contra España. Su intervención frente a Woltemade fue determinante para sostener a los de Deschamps.
La defensa francesa tuvo problemas para contener a Adeyemi y compañía. Lucas Hernández sufrió en el mano a mano, aunque el VAR anuló un penalti inicialmente señalado. Alemania mostró más ímpetu, pero le faltó precisión para convertir su dominio en goles.
En el complemento, Francia encontró espacios, pero no logró ampliar la ventaja de inmediato. Mbappé rozó el segundo tanto con un disparo al palo, y ter Stegen emergió como figura con varias atajadas. Kolo Muani y Thuram también tuvieron opciones claras, sin éxito.
Finalmente, Mbappé lideró una contra letal que terminó en gol de Olise, sellando el 0-2 definitivo. Aunque el resultado no cambia nada a nivel internacional, permite a Francia cerrar la temporada con una sonrisa. Alemania, en cambio, sigue generando dudas a un año del Mundial.
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