Foto: Inter Miami. Inter Miami hizo historia al conquistar su primera MLS tras vencer 3-1 a Vancouver Whitecaps, en una final marcada por la brillante actuación de Lionel Messi . El argentino asistió en dos goles y fue clave en una noche inolvidable en Fort Lauderdale. El título consolida el ambicioso proyecto deportivo del club.
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| Foto: Inter Miami. |
Inter Miami hizo historia al conquistar su primera MLS tras vencer 3-1 a Vancouver Whitecaps, en una final marcada por la brillante actuación de Lionel Messi. El argentino asistió en dos goles y fue clave en una noche inolvidable en Fort Lauderdale. El título consolida el ambicioso proyecto deportivo del club.
La final estuvo cargada de emociones, especialmente por las despedidas de Sergio Busquets y Jordi Alba, quienes jugaron su último partido profesional. En las tribunas y en el campo se respiraba un ambiente de homenaje y expectativa. También fue un nuevo capítulo del duelo entre Messi y Thomas Müller.
El encuentro comenzó con fortuna para los locales, que se adelantaron al minuto 8 tras un autogol del colombiano Édier Ocampo. La jugada nació en los pies de Messi, quien filtró un pase para De Paul antes de que Allende enviara el centro que provocó el error defensivo. Miami encontró calma con la ventaja inicial.
La sociedad entre Messi y Tadeo Allende siguió generando riesgo por la banda derecha, con llegadas constantes al área canadiense. Silvetti tuvo el segundo tanto, pero no logró conectar con claridad. Inter dominaba los primeros tramos, impulsado por su público y por el ritmo ofensivo.
Vancouver ajustó líneas y empezó a acercarse al arco de Rocco Ríos, quien se convirtió en figura durante el primer tiempo. El guardameta argentino detuvo intentos de White, Sabbi y Müller, sosteniendo la ventaja en los momentos más difíciles. La visita cerró la mitad imponiendo presión.
El esfuerzo canadiense tuvo premio al minuto 60, cuando Ali Ahmed marcó el empate tras una combinación con White y Sabbi. El disparo cruzado venció a Ríos, quien no logró controlar la pelota. Vancouver vivía su mejor momento en la final, amenazando con cambiar la historia del partido.
Pero cuando la visita presionaba con más fuerza, Inter Miami recuperó el control. Messi robó un balón en zona peligrosa y habilitó a Rodrigo de Paul, que definió con frialdad para el 2-1 al 71. Vancouver sintió el golpe y ya no volvió a mostrar la misma claridad ofensiva.
En el tiempo añadido, con el público de pie, Messi volvió a aparecer con otra asistencia precisa para Allende, que firmó el 3-1 definitivo. Con ese gol, Inter Miami selló un título histórico para el proyecto de David Beckham y los hermanos Mas, coronando cinco años de inversión y ambición deportiva.
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